Ocurrió en una casa del barrio La Peregrina. La víctima tiene 35 años y quedó internada en el Hospital Interzonal. El imputado, declaró que él no disparó, si no que fue uno de los agresores y que se cubrió con otro, que finalmente fue alcanzado por la bala. Quedó en libertad por "legítima defensa".
Un hombre de 35 años fue baleado el domingo a la noche en una casa del barrio La Peregrina, hasta donde había ido con dos amigos para reclamarle a un vecino por el robo de un celular y por el hecho quedó imputado el dueño de la vivienda, quien aseguró que él no disparó.
El domingo, pasadas las 22.30, tres hombres fueron hasta una casa ubicada en calle Río Dulce, para buscar a un vecino a quien acusaban de haber robado esa misma tarde un celular, a quien conocían ya que es la pareja de la prima de uno de ellos.
El dueño de la vivienda, de 35 años y que se dedica a criar caballos para poder utilizarlos para que tiren carros, se salió de su casa para enfrentar a los tres hombres, pero al verlos armados con cuchillos y con un arma de fuego, ingresó corriendo a su casa.
Sin embargo, los hombres llegaron a atravesar la puerta antes de que pudiera cerrarla y comenzaron a golpearlo. En medio de la paliza, la pareja del acusado de haber robado un celular se hizo presente y le pidió a su primo que cesara con el ataque.
En ese contexto, es que uno de los agresores recibió un disparo y quedó tirado en el piso de la casa del criador de caballos, quien se comunicó con la policía y espero hasta que llegaran. La víctima fue llevada al Hospital Interzonal y el hombre quedó detenido, acusado de “homicidio en grado de tentativa”.
La policía revisó la casa del detenido y en el lugar no hallaron ni un arma de fuego ni un celular por el supuesto robo.
Si bien la primera información indicaba que el imputado era quien había disparado para defenderse de los agresores, el hombre declaró este lunes al mediodía ante el fiscal Fernando Berlingeri, quien consideró que su relató era coherente y sólido.
El imputado explicó primero que él no cometió ningún robo. Luego narró que tras ser golpeado, vio como uno de los agresores sacaba un arma de fuego y le apuntaba, por lo que instintivamente para cubrirse sujeto a otro de los atacantes y lo puso frente al arma, es decir que lo utilizó como una suerte de escudo humano.
Al ser consultado por LA CAPITAL, el fiscal explicó que el hombre no contaba con antecedentes penales y que, si bien seguirá imputado por “homicidio en grado de tentativa”, ordenó que quedara en libertad ya que enmarcó la situación como un caso de legítima defensa.
Además, el fiscal ordenó que se realizara un dermotest, para confirmar si el imputado disparó o no un arma de fuego. Aunque, de haber sido él el autor del disparo, también podría considerarse legítima defensa, ya que se habría defendido de un violento ataque en el interior de su casa.